Me han dicho que escribo muy poco
Y que abandonado tengo este blog personal
Por eso ahora y aunque me crean loco
Unas líneas dedicaré a un símbolo institucional.
De una puerta muy peculiar se trata
Que altanera se enseñorea en un segundo piso
Y aunque la culminación fue de un proyecto de larga data
Apareció de modo súbito y sin mediar aviso.
Altanera digo, y sin pecar por exceso
Pues a diferencia de sus semejantes
Esta no comparte, y por ahí empiezo
Sus intimidades ni por breves instantes.
¿Escaleras? No le hacen falta
Nimiedades como ésas bien están para la plebe
Pero no para alguien de alcurnia alta
Que a su originalidad y misterio primero se debe.
No es de aquellas que al simple dejar pasar se limitan
Ésta se permite discriminar
Y solo a algunos privilegiados sus ínfulas invitan
A sus enigmáticos umbrales atravesar.
Y es que no cualquier mortal se aventura
A los edenes de ensueño que ella ofrece
Desde su aristocrática y coqueta altura
No es la tierra firme el destino que aquél se merece.
Arcadias inimaginables
Bucólicos paisajes
Paraísos afables
O siquiera dulces aterrizajes.
Incompleta está, dicen los que comprender no pueden
Y es que así son los de escaso horizonte
Que a la imaginación un lugar no conceden
Y mal juzgan a quien un nuevo camino afronte.
En fin, a esta puerta no le importa
Y en su trono orgullosa desafía
A la gente que al contemplarla queda absorta
Profiriendo su insulsa habladuría.
(Ya ven a lo que he llegado
Por llenar este espacio y pretender ser un vate
A una puerta he dedicado
Este magno disparate).
Y que abandonado tengo este blog personal
Por eso ahora y aunque me crean loco
Unas líneas dedicaré a un símbolo institucional.
De una puerta muy peculiar se trata
Que altanera se enseñorea en un segundo piso
Y aunque la culminación fue de un proyecto de larga data
Apareció de modo súbito y sin mediar aviso.
Altanera digo, y sin pecar por exceso
Pues a diferencia de sus semejantes
Esta no comparte, y por ahí empiezo
Sus intimidades ni por breves instantes.
¿Escaleras? No le hacen falta
Nimiedades como ésas bien están para la plebe
Pero no para alguien de alcurnia alta
Que a su originalidad y misterio primero se debe.
No es de aquellas que al simple dejar pasar se limitan
Ésta se permite discriminar
Y solo a algunos privilegiados sus ínfulas invitan
A sus enigmáticos umbrales atravesar.
Y es que no cualquier mortal se aventura
A los edenes de ensueño que ella ofrece
Desde su aristocrática y coqueta altura
No es la tierra firme el destino que aquél se merece.
Arcadias inimaginables
Bucólicos paisajes
Paraísos afables
O siquiera dulces aterrizajes.
Incompleta está, dicen los que comprender no pueden
Y es que así son los de escaso horizonte
Que a la imaginación un lugar no conceden
Y mal juzgan a quien un nuevo camino afronte.
En fin, a esta puerta no le importa
Y en su trono orgullosa desafía
A la gente que al contemplarla queda absorta
Profiriendo su insulsa habladuría.
(Ya ven a lo que he llegado
Por llenar este espacio y pretender ser un vate
A una puerta he dedicado
Este magno disparate).
Foto tomada en el Instituto Nacional de Salud Mental "Honorio Delgado - Hideyo Noguchi"
4 comentarios:
¡Salud, Poeta! Habrá que acicatearle para que nos regale Ud. así espontáneos y frescos versos. Neruda habría acogido sin duda tales estrofas en sus Odas Elementales.
¡Albricias y parabienes!
¡Gaudeamus igitur, iuvenes dum sumus!
Realmente surrealista... ¡y en el Noguchi!
Un deleite para la lógica... más si tomamos en cuenta que probablemente dicha puerta comunicará en un futuro probable con el segundo piso (aún no construido) de la emergencia del referido centro investigativo-asistente-docente.
Cosa de locos, y de psiquiatras :)
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