miércoles, agosto 26, 2009

Oda a una puerta




Me han dicho que escribo muy poco
Y que abandonado tengo este blog personal
Por eso ahora y aunque me crean loco
Unas líneas dedicaré a un símbolo institucional.

De una puerta muy peculiar se trata
Que altanera se enseñorea en un segundo piso
Y aunque la culminación fue de un proyecto de larga data
Apareció de modo súbito y sin mediar aviso.

Altanera digo, y sin pecar por exceso
Pues a diferencia de sus semejantes
Esta no comparte, y por ahí empiezo
Sus intimidades ni por breves instantes.

¿Escaleras? No le hacen falta
Nimiedades como ésas bien están para la plebe
Pero no para alguien de alcurnia alta
Que a su originalidad y misterio primero se debe.

No es de aquellas que al simple dejar pasar se limitan
Ésta se permite discriminar
Y solo a algunos privilegiados sus ínfulas invitan
A sus enigmáticos umbrales atravesar.

Y es que no cualquier mortal se aventura
A los edenes de ensueño que ella ofrece
Desde su aristocrática y coqueta altura
No es la tierra firme el destino que aquél se merece.

Arcadias inimaginables
Bucólicos paisajes
Paraísos afables
O siquiera dulces aterrizajes.

Incompleta está, dicen los que comprender no pueden
Y es que así son los de escaso horizonte
Que a la imaginación un lugar no conceden
Y mal juzgan a quien un nuevo camino afronte.

En fin, a esta puerta no le importa
Y en su trono orgullosa desafía
A la gente que al contemplarla queda absorta
Profiriendo su insulsa habladuría.

(Ya ven a lo que he llegado
Por llenar este espacio y pretender ser un vate
A una puerta he dedicado
Este magno disparate).
 
Foto tomada en el Instituto Nacional de Salud Mental "Honorio Delgado - Hideyo Noguchi"